Lo malo es que a veces tanta hipocresía y cinismo junto, les llevan a cometer uno de los mayores pecados. Todos a alzar y admirar; meros cachos de palo que valen más de 30.000 € cada talla y a gastarse un auténtico dineral más en flores y demás zarandajas. Y todo para pasear a quien promulgo humildad, solidaridad, etc.
No nos extraña nada que siempre por éstas fechas llueva, para terminar viendo personas embrutecidas llorando como borregos y borregas por no poder sacar un cacho de palo a la calle de paseo.
A este paso Dios para el año que viene dejará la lluvia para sustituirla por relámpagos. Esperemos que tenga puntería y vaya dando a los que tiene quedar.
Vergüenza deberían de darles a la Iglesia por permitirlo y hostias a los tontos y tontas que promulgan una religión de la cual no tienen ni idea de los conceptos más básicos que deben cumplir. Pero España es así, Y es que al final el dicho de que Europa comienza en los Pirineos, va a ser verdad.
Para los beatos y beatas que se les ha olvidado lo que es el amor al prójimo y la solidaridad les mostramos un ejemplo.
Una competidora que iba a ganar una maratón, ayuda a otra corredora a terminar la carrera, prefirió no ganarla y ayudar a su semejante.